El modelo de las 7 P del marketing es una evolución del marketing mix tradicional, pensado especialmente para negocios que ofrecen un producto o servicio, tanto en entornos físicos como digitales. Esta estrategia de marketing integral permite diseñar campañas y operaciones que respondan mejor a las expectativas del público y las condiciones del mercado. A continuación, se explican cada uno de estos elementos con ejemplos prácticos.
Producto (Product):
Es el eje central de toda estrategia. Se refiere al bien o servicio que la empresa ofrece al mercado, incluyendo su diseño, calidad, funcionalidades, marca y presentación. Por ejemplo, una tienda de bicicletas debe considerar el tipo de usuarios (urbanos, deportistas, niños) y adaptar sus modelos a sus necesidades. En el entorno B2B, como una empresa de migración de datos, el "producto" podría ser una solución SaaS escalable y segura.
Precio (Price):
Aquí entra en juego la percepción de valor del cliente, la política de precios de la empresa y el análisis de la competencia. El precio debe reflejar los costes, los márgenes deseados y las condiciones del mercado. Un precio demasiado bajo puede dañar la imagen del producto, y uno elevado sin justificación, alejar a los consumidores.
Plaza (Place):
Es la distribución, o cómo y dónde se ofrece el producto. Abarca desde los puntos de venta físicos hasta los canales de distribución digitales como marketplaces o e-commerce propios. Por ejemplo, la misma tienda de bicicletas puede vender en su local y por internet, maximizando su alcance.
Promoción (Promotion):
Se trata de todas las acciones de comunicación para atraer a los clientes, desde la publicidad en redes sociales hasta los anuncios en buscadores, el email marketing o las relaciones públicas. Una estrategia de marketing mix efectiva combina varias herramientas para generar conocimiento y estimular la venta.
Personas (People):
En el marketing de servicios, el equipo humano es clave. Son quienes interactúan con el cliente y crean o destruyen la experiencia. Un vendedor atento o un agente de soporte eficiente pueden marcar la diferencia en la percepción de valor. En entornos como tiendas online o SaaS, también importa el equipo que diseña interfaces intuitivas o que responde con rapidez.
Proceso (Process):
Incluye los métodos y flujos que aseguran que el producto o servicio se entrega con eficiencia y coherencia. Una tienda bien organizada con procesos claros de venta, devolución y atención al cliente transmite confianza. Un software que guía al usuario de forma clara por el onboarding también responde a este punto.
Evidencia física (Physical Evidence):
Aunque un servicio no es tangible, debe haber señales físicas que generen confianza. El local de una empresa, su web, el embalaje del producto, incluso el aspecto del ticket de compra forman parte de esta evidencia. Una tienda limpia, con buena señalética y envoltorios atractivos puede potenciar la experiencia del cliente.
Este marketing mix extendido permite a las marcas diseñar una estrategia de marketing más completa, equilibrando las dimensiones operativas, humanas y comunicativas de su actividad. Aplicar las 7 P de forma consciente ayuda a alcanzar los objetivos del negocio y a diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo.