Los bienes con demanda inelástica son aquellos cuya cantidad demandada permanece estable, incluso frente a aumentos significativos en el precio. Estos productos o servicios suelen ser esenciales y carecen de alternativas viables, lo que obliga a los consumidores a mantener su compra, independientemente del costo. A continuación, se presentan algunos ejemplos reales que ilustran este fenómeno:
Medicamentos como insulina
La insulina es un claro ejemplo de bien con demanda inelástica perfecta. Para quienes dependen de este medicamento, no existe otra opción que adquirirlo, sin importar los cambios en su precio. Su carácter vital lo convierte en un producto indispensable. En muchos casos, la variación de precios en este tipo de medicamentos genera un debate ético, ya que impacta directamente en la calidad de vida de las personas. Además, los altos costos de investigación y desarrollo en la industria farmacéutica a menudo justifican precios elevados, lo que refuerza su naturaleza inelástica. Este caso también demuestra cómo factores como la falta de sustitutos y la importancia del servicio médico son determinantes para la inelasticidad.
Agua potable
El agua potable es otro ejemplo icónico de un bien inelástico. La gente necesita agua para satisfacer sus necesidades básicas diarias, como beber, cocinar y limpiar, lo que hace que la demanda sea prácticamente insensible a los aumentos de precio. Incluso en contextos de crisis económica o inflación, la cantidad consumida de agua no presenta variaciones significativas. Sin embargo, la gestión del agua como recurso limitado plantea desafíos relacionados con su precio y accesibilidad, especialmente en regiones donde la oferta es escasa. Los reguladores deben equilibrar el costo del suministro con la equidad para garantizar que este bien esencial esté disponible para todos.
Gasolina
La gasolina es fundamental para el transporte, lo que la convierte en un bien con elasticidad de la demanda baja. Los consumidores necesitan combustible para desplazarse al trabajo, transportar mercancías o realizar actividades cotidianas. Por lo tanto, aunque los precios puedan fluctuar drásticamente debido a factores como el mercado global o los impuestos, la cantidad demandada no disminuye proporcionalmente. Este comportamiento también se ve influido por la falta de alternativas inmediatas, especialmente en áreas donde el transporte público no es una opción viable. Esto convierte a la gasolina en un elemento crítico de la economía moderna y un ejemplo recurrente en el análisis de la demanda inelástica.
Servicios médicos
Los servicios médicos, incluidas las consultas y tratamientos, son esenciales y no pueden posponerse en muchos casos. Aunque el costo de estos servicios varíe, la cantidad demandada por los pacientes se mantiene estable, ya que la salud es prioritaria para cualquier individuo. Esta naturaleza inelástica también aplica a procedimientos quirúrgicos o tratamientos especializados, donde los consumidores no tienen margen para retrasar o evitar el gasto.
Alquiler de vivienda
El alquiler de vivienda es otra categoría de bienes inelásticos. Para la mayoría de las personas, tener un lugar donde vivir es una necesidad básica, por lo que los incrementos en los precios de renta no afectan significativamente la cantidad demandada. Incluso con un aumento en los costos de alquiler, los consumidores generalmente buscan ajustar otros gastos en lugar de mudarse. Este ejemplo también destaca cómo factores como la localización y la disponibilidad de alternativas influyen en el comportamiento del mercado.